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Serranía de San Lucas, Sur de Bolívar.
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Segovia, Antioquia.
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Calungas, Sur de Bolívar.
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Remedios, Antioquia.
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Ciénaga de San Lorenzo, Sur de Bolívar.
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Brisas de Yanacué, Sur de Bolívar.
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Nuestra Región de Los Dos Ríos se extiende por el Magdalena Medio, contando con presencia en cuatro departamentos de Colombia: Antioquia, Bolívar, Cesar y Santander. Nuestros territorios son estratégicos debido a su ubicación privilegiada entre los dos principales ríos del país, el Magdalena y el Cauca, que rodean las montañas de la Cordillera Central. En el corazón de la región se encuentra la Serranía de San Lucas, un área cubierta por bosques tropicales y andinos que albergan una rica biodiversidad de fauna y flora, además, la región está bañada con abundantes riquezas naturales, como recursos hídricos, minero-energéticos y agropecuarios, destacándose la agricultura, la pequeña minería, la pesca y la ganadería como los principales medios de sostenibilidad. Adicionalmente, la región cuenta con importantes reservas de oro y minerales como cobre, plata y zinc, lo que refuerza su posición como una de las áreas más relevantes y estratégicas del país.

La Región de Los Dos Ríos representa un proceso político-organizativo autogestionado que surge desde las mismas comunidades que habitan, cuidan y defienden este majestuoso territorio. Nuestras comunidades se enfrentan a la amenaza del despojo, a la infamia del olvido estatal y a las tragedias provocadas por un sistema capitalista extractivista que pone en riesgo la vida y los ecosistemas. A través de la esperanza, el coraje y la dignidad, buscamos proteger el territorio de quienes pretenden arrasar con nuestra riqueza natural y cultural, así como con las formas organizativas que sostienen nuestra identidad colectiva. Nuestro proceso es una apuesta por construir un país para la vida digna que rechaza modelos que priorizan la explotación indiscriminada de los recursos sobre el bienestar de las comunidades.

La Región está conformada por diversos procesos nacidos desde la autonomía agrominera, como la Asociación Agrominera del Bajo Cauca (ASOAGROMICAUCA), la Asociación e Integración Agrominera del Nordeste Antioqueño (CIANA), la Asociación Eco Serranía, la Asociación de Campesinos en Vía de Extinción (ASCAVEX), la Asociación Agrominera de Amalfi (ASAGRAMA), la Asociación de Familias Campesinas y Mineras del Sur de Bolívar y Antioquia (AFASBA), la Asociación Agrominera del Sur Sur de Bolívar (ASAMISSUR), el Proceso Soberano de Micoahumado, la Comisión de Interlocución del Sur de Bolívar, Centro y Sur del Cesar, Sur del Magdalena y Procesos de los Santanderes (CISBCSCSMS), la Corporación de Derechos Humanos Jesús María Valle Jaramillo, Ecos Disonantes, el Colectivo MILPA y Ríos por la Paz.

Como Región, hacemos parte del Coordinador Nacional Agrario (CNA) y del Congreso de los Pueblos (CdP), nos acogemos a los mandatos de legislación popular, a los planes de vida digna comunitarios y a la construcción de poder popular, el cual nace y se organiza desde abajo por los pueblos oprimidos que buscan recuperar el campo colombiano para que esté al servicio de las necesidades del campesinado y de las clases populares. Nuestro compromiso radica en trabajar como pueblo organizado para superar las múltiples crisis que el modelo neoliberal ha desatado tanto en el campo como en las ciudades, las cuales han profundizado las desigualdades sociales, el despojo de tierras, el deterioro de las condiciones laborales y el abandono estatal. Por ello, nuestras acciones están dirigidas a la recuperación de la tierra para la soberanía alimentaria, al fortalecimiento organizativo de las comunidades campesinas para la defensa de los derechos y los territorios, y al desarrollo de políticas que prioricen el bienestar colectivo sobre los intereses corporativos. Creemos firmemente en la construcción de un modelo de sociedad basado en la justicia social, la equidad y el respeto por los derechos de las comunidades como un camino hacia un país más digno y soberano.

Nuestros principales ejes de trabajo y articulación como región son:

  • Tierras y Territorialidad Campesina: desde donde impulsamos la propuesta del campesinado colombiano de Reforma Agraria Integral y Popular (RAIP), la construcción de Territorios Campesinos Agroalimentarios (TECAM) y la agroecología como forma de producción sostenible utilizando insumos y abonos generados por biofábricas para el aseguramiento de la soberanía alimentaria sin agrotóxicos, todo esto con figuras de protección y autoprotección como la guardia campesina para el cuidado de las comunidades y la armonía territorial.
  • Comunicaciones: desde donde trabajamos en la construcción de una comunicación popular y alternativa, concebida como un escenario de disputa ideológica y cultural. Este enfoque busca reflejar y amplificar las transformaciones sociales que se están construyendo desde abajo, sin pedir permiso y con toda la fuerza liberadora de la autogestión popular, por ende, hacemos eco de la narrativa de las luchas del pueblo, de sus conquistas y de las aspiraciones comunitarias de la región, desafiando los discursos hegemónicos y defendiendo el derecho a la comunicación como un pilar de la democracia.
  • Derechos Humanos: desde donde nuestro enfoque de trabajo se basa en la protección y defensa de los derechos humanos de las comunidades campesinas y populares de la región, mediante el acompañamiento jurídico constante y con escenarios de formación para ejercicios de movilización y denuncia, con el objetivo de contribuir y garantizar el respeto por los derechos y libertades fundamentales, aún en medio del conflicto. Todo esto, fortalece las capacidades de las comunidades para que puedan exigir y hacer valer los derechos humanos.
  • Paz: desde donde defendemos la construcción de una paz con justicia social como un escenario integral que aborde las raíces de las desigualdades y del conflicto armado, político, económico y social, que afecta principalmente a las regiones de la Colombia profunda y a nuestros territorios que sufren el abandono y la violencia del Estado y de los diferentes grupos armados, por lo que entendemos la paz como un proceso que requiere transformaciones estructurales en el modelo capitalista y no que simplemente busque el silenciamiento de los fusiles.
  • Mujeres: desde donde reconocemos el papel fundamental de las mujeres en la transformación social y en la defensa de los territorios, trabajamos para promover su participación activa en todos los espacios de organización y de toma de decisiones, así como para garantizar sus derechos y su autonomía. En este eje, desarrollamos procesos de formación, visibilización y empoderamiento que desafían las estructuras patriarcales y refuerzan el liderazgo de las mujeres en la construcción de un modelo de vida digna, justo e igualitario para todas y todos.
  • Economías propias: desde donde promovemos la generación de una economía local, comunitaria y organizacional, basada en los principios de asociatividad, cooperativismo y autogestión. A través de estas dinámicas, buscamos desarrollar las fuerzas productivas de las comunidades para alcanzar la sostenibilidad económica y la soberanía frente al modelo económico dominante. Este eje también se vincula con prácticas de circuitos económicos solidarios que priorizan el bienestar colectivo sobre el lucro individual.
  • Minero-Energético: desde donde trabajamos en la construcción de un nuevo modelo minero-energético alternativo y popular, que prioriza el papel de las comunidades que ejercen la minería tradicional y a pequeña escala, con prácticas y saberes ancestrales que permiten el aprovechamiento de los recursos a la vez que se respeta la preservación de los ecosistemas naturales, generando armonía con la diversidad ambiental y cultural del territorio.